Lugares obscuros, ennegrecidos, muy limpios, donde nuestras abuelas y madres iban a "amasar" y de las que salían extraordinarias tortas de pan, las añoradas "lavadas" o los "mangos" (repostería exclusiva del pueblo). Los niños íbamos "a por el pan" muchas veces con "los vales del pan" ( cuando se recogía la cosecha de la era se entregaban talegas con trigo al panadero y te daban unos cartoncitos que servían para intercambiar por pan a lo largo del año). Estos días , que tanto nieva, hay imágenes especiales de las dificultades para subir o bajar con nieve la "cuesta del horno".
Hoy recuerdo aquellos panecillos con huevo duro o chorizo dentro...
No tengo fotos de aquello y lo ilustro con algunas de internet, pero la memoria no las necesita...siguen muy vivas las imágenes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario